Me tiré al agua casi fría, nadé y nadé, me pasé las esencias por el cuerpo mientras observaba el inmenso y hermoso bosque que me rodeaba. El canto de los pájaros y otros animales hacían que mi baño sea todo un relax , estos fueron interrumpidos por el sonido de caballos y metales al entrechocarse. Nadé por debajo del agua y me escondí detrás de unos juncos. Desde allí visualice mi ropa colgada en la rama de un árbol, pensé que iba a ser un problema, pero decidí quedarme allí y esperar.
Los soldados llegaron e inspeccionaron el lugar, tenían el escudo del rey. Fueron hacia donde estaba mi ropaje, lo agarraron, al no encontrar ningún rastro de personas siguieron su camino. Vi como a un soldado se le cayó una bolsa, pero no se dio cuenta y siguió al grupo.
Luego de asegurarme que se habían alejado, salí del agua, tenia mucho frió, iba a ir a buscar ropa a mi cabaña que quedaba a unas millas de donde me encontraba, cuando de repente apareció el soldado a recoger su bolsa, cuando me vio, este desenvaino su espada y se hecho para atacarme, yo retrocedí, pegó un grito mínimo, me miró y callo al suelo atravesado por una flecha.
Miré para todos lados buscando al responsable de esa flecha, me acerque a uno de los arboles y no vi nada, giré para irme hacia mi cabaña, ya me estaba congelando, me choqué con algo...
Levanté mi mirada y pude ver un hombre alto, me sacaba una cabeza y media, parecía joven pero tenia un cuerpo desarrollado, no tenía barba, parecía un elfo, era un elfo. Ambos nos miramos a los ojos, su mirada me penetró el cuerpo tan profundamente que me sentí incomoda, desvié mi vista y vi un arco en sus manos, enseguida le pregunté- ¿quien eres?, ¿tu fuiste el que mató al hombre?- él se volvió hacia cuerpo inerte y sacó la flecha de su pecho, dio media vuelta y volvió a ponerme incomoda con su mirada - ten, toma esto- me tendió su capa para cubrirme, la acepte de una forma desconfiada, pero el frió me ganaba. - soy Karic y si, fui yo quien mato al soldado- su voz era honorable, con tono melancólico, pero alegre, era como música.-eran soldados del rey perverso, andan buscando a la bruja que ayudó a escapar a su hijo Rimmers, que por cierto, se refieren a ti. - Me sorprendí al escuchar la noticia, no sabía que me andaba buscando el rey, tan vil como el demonio mismo, enseguida le dije: - ¿ y que, me vas a matar tu?- a lo que el me respondió - no, vine aquí porque me lo ordenaron,, debemos ir a la cuidad en ruinas, allí nos esperan personas que quieren verte, para cumplir unas cosas, ahora larguémonos de aquí, pronto los compañeros de este pobre hombre vendrán a ver que ha pasado-. Decidí no hacer mas preguntas, y seguí el andar de Karic, no podía creer lo que estaba haciendo, siguiendo la orden de un desconocido ¿y si era una trampa?, aún no lo se, pero esa persona generaba un aire de confianza muy grande, era raro, me sentía segura a su lado, su mirada volvió a incomodarme...
Parte de un libro que pronto escribiré... espero que les guste.
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